[WSIS CS-Plenary] Spanish version of CS Declaration

Chris Nicol cnicol at pangea.org
Fri Dec 12 12:47:38 GMT 2003


Aqui la version en castellano de la Declaracion de la Sociedad Civil. Perdona 
por los accentos. La version formateado estara disponible pronto en 
http://www.worldsummit2003.org/.





"Construir sociedades de la informaci¢n que
atiendan a las necesidades humanas"

Declaraci¢n de la sociedad civil en la Cumbre Mundial
sobre la Sociedad de la Informaci¢n


Adoptada por unanimidad en Plenaria por la sociedad civil de la CMSI el 8 de 
diciembre de 20031





"Construir sociedades de la informaci¢n que
atiendan a las necesidades humanas"
Declaraci¢n de la sociedad civil a la Cumbre Mundial
sobre la Sociedad de la Informaci¢n
Adoptada por unanimidad en Plenaria por la sociedad civil de la CMSI el 8 de 
diciembre de 2003



Nosotros, mujeres y hombres de distintos continentes, contextos culturales, 
perspectivas, experiencias y conocimientos t‚cnicos, actuando como miembros de 
diferentes audiencias de una emergente sociedad civil mundial, considerando que 
es fundamental la participaci¢n de la sociedad civil en la primera Cumbre 
celebrada por las Naciones Unidas sobre cuestiones de informaci¢n y comunicaci¢
n, a saber, la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Informaci¢n, hemos 
trabajado durante dos a¤os en el marco del proceso de dicha Cumbre, consagrando 
nuestros esfuerzos para definir un concepto incluyente y equitativo de 
sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n centrado en las personas1.
Hemos colaborado en l¡nea y fuera de l¡nea como entidades de la sociedad civil, 
haciendo un uso incluyente y participativo de las tecnolog¡as de la informaci¢n 
y la comunicaci¢n, lo que nos ha permitido intercambiar opiniones y definir 
posiciones comunes, as¡ como llegar colectivamente a una visi¢n de las 
sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n. 
En esta fase del proceso, la primera de la Cumbre, Ginebra, diciembre de 2003, 
consideramos que nuestras opiniones y el inter‚s general que expresamos 
colectivamente no quedan adecuadamente reflejados en los documentos de la 
Cumbre. Proponemos que este documento forme parte de los resultados oficiales 
de la Cumbre. Con la convicci¢n de que nuestros puntos de vista  pueden 
convertirse en realidad a trav‚s de las vidas y las acciones  de las mujeres y 
los hombres, las comunidades y los pueblos, presentamos en la presente 
Declaraci¢n nuestra visi¢n, como una invitaci¢n  a participar en el presente 
di logo en curso y a colaborar con nosotros en la definici¢n de nuestro futuro 
com£n.

1	Una sociedad visionaria
Nuestra visi¢n de las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n se basa 
esencialmente en el ser humano. La dignidad y los derechos de todos los pueblos 
y cada persona han de promoverse, respetarse, protegerse y afirmarse. 
Restablecer la inexcusable disparidad entre los niveles de desarrollo, as¡ como 
entre la opulencia y la pobreza extrema, debe ser, por tanto, nuestra primera 
preocupaci¢n.
Nos comprometemos a constituir sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n 
centradas en la gente, incluyentes y equitativas. Sociedades en las que todas y 
todos puedan crear, utilizar, compartir y diseminar libremente la informaci¢n y 
el conocimiento, as¡ como acceder a ‚stos, con el fin de que particulares, 
comunidades y pueblos sean habilitados y habilitadas para mejorar su calidad de 
vida y llevar a la pr ctica su pleno potencial. Sociedades fundadas en los 
principios de justicia social, pol¡tica y econ¢mica, con plena participaci¢n y 
habilitaci¢n de los pueblos y, en consecuencia, sociedades en que se aborden 
realmente los desaf¡os clave que el desarrollo tiene hoy planteados en el 
mundo. Sociedades que persigan los objetivos de desarrollo sostenible, 
democracia e igualdad de g‚nero, con miras a la consecuci¢n de un mundo m s 
pac¡fico, justo, igualitario y, por ende, sostenible, basadas en los principios 
consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaraci¢n Universal de 
Derechos Humanos. 
Aspiramos construir sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n en donde el 
desarrollo se enmarque en los derechos humanos fundamentales y est‚ orientado a 
lograr una distribuci¢n m s equitativa de los recursos, que conduzcan a 
eliminar la pobreza en el sentido de un ambiente sostenible de no-explotaci¢n. 
Para ello, consideramos que las tecnolog¡as pueden utilizarse como medios 
fundamentales, y no as¡ como fines en s¡ mismas, por lo cual reconocemos que 
reducir la brecha digital es un paso m s, entre otros, en el camino para 
conseguir el desarrollo en favor de todos y todas. Reconocemos el enorme 
potencial de las tecnolog¡as de la informaci¢n y la comunicaci¢n (TIC) para 
responder a la devastaci¢n ocasionada por el hambre, las cat strofes naturales, 
las nuevas pandemias, por ejemplo el VIH/SIDA, y la proliferaci¢n de armamento.
Reafirmamos que la comunicaci¢n es un proceso social esencial, una necesidad 
humana b sica y el fundamento de toda organizaci¢n social. Todos y todas, en 
cualquier lugar y en todo momento, deber¡amos tener la oportunidad de 
participar en los procesos de comunicaci¢n y nadie deber¡a ser excluido de sus 
beneficios. Esto hace necesario que cualquier persona deba tener acceso a los 
medios de comunicaci¢n y estar en condiciones de ejercer su derecho a la 
libertad de opini¢n y expresi¢n, lo que incluye el derecho a tener opiniones y 
a buscar, recibir y difundir informaci¢n e ideas a trav‚s de cualquier medio de 
comunicaci¢n y con independencia de fronteras nacionales. Del mismo modo, deben 
tambi‚n mantenerse el derecho a la privacidad, el derecho al acceso a la 
informaci¢n p£blica y al conocimiento de dominio p£blico, y muchos otros 
derechos humanos universales que guardan relaci¢n concreta con los procesos de 
informaci¢n y comunicaci¢n. Todos estos derechos y libertades de comunicaci¢n, 
as¡ como de acceso, deben garantizarse activamente en favor de todos y todas en 
leyes nacionales claras, las cuales deben aplicarse en conformidad con los 
adecuados requisitos t‚cnicos.
Construir dichas sociedades hace necesaria la participaci¢n de las personas en 
su calidad de ciudadanos y ciudadanas, as¡ como de sus organizaciones y 
comunidades, en los procesos de toma de decisiones y otros mecanismos de 
definici¢n de pol¡ticas de los gobiernos. Esto significa que debe crearse un 
entorno habilitador para fomentar la participaci¢n y el compromiso de las 
mujeres y los hombres de todas las generaciones, y garantizar que est‚n 
presentes los diferentes grupos sociales y ling¡sticos, las diferentes 
culturas y los pueblos, las poblaciones rurales y urbanas, sin exclusi¢n 
alguna. Asimismo, los gobiernos deber¡an mantener y promover los servicios 
p£blicos solicitados por los ciudadanos.  Garantizar la rendici¢n de cuentas 
por los Estados a los ciudadanos deber¡a ser un pilar de la pol¡tica p£blica, 
para garantizar que puedan corregirse y mejorarse continuamente los modelos 
aplicables a las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n.
Reconocemos que no hay ninguna tecnolog¡a neutra respecto a su impacto social 
y, por consiguiente, la posibilidad del llamado principio "de neutralidad 
tecnol¢gica " en los procesos fundamentales de toma de decisiones resulta una 
falacia. Reviste suma importancia elegir cuidadosamente opciones t‚cnicas 
favorables a la sociedad en su conjunto, a la hora de introducir nuevas 
tecnolog¡as, y ello desde su dise¤o hasta su despliegue y aplicaci¢n. 
Normalmente, es muy dif¡cil rectificar efectos sociales y t‚cnicos negativos de 
los sistemas de informaci¢n y comunicaci¢n que se descubren ulteriormente a su 
proceso de dise¤o, por lo cual estos sistemas errados pueden ocasionar da¤os 
duraderos. Prevemos una sociedad de la informaci¢n y la comunicaci¢n en que las 
tecnolog¡as se conciban y apliquen de manera participativa, para impedir o 
reducir a un m¡nimo sus consecuencias negativas.
Prevemos sociedades en que los conocimientos, la creatividad, la cooperaci¢n y 
la solidaridad humanas sean considerados elementos esenciales, en donde se 
promuevan no s¢lo la creatividad individual sino tambi‚n la innovaci¢n 
colectiva, basada en la cooperaci¢n. Sociedades en las que los recursos del 
conocimiento, informaci¢n y comunicaci¢n sean reconocidos y protegidos como 
patrimonio com£n de la humanidad. Sociedades que garanticen y promuevan la 
diversidad cultural y ling¡stica y el di logo intercultural en entornos libres 
de discriminaci¢n, violencia y odio.
Somos conscientes de que disponemos de informaci¢n, conocimientos y medios de 
comunicaci¢n en una escala que no pudo siquiera so¤ar la humanidad en el 
pasado, pero tambi‚n estamos conscientes de que la exclusi¢n frente a los 
medios de comunicaci¢n, a la informaci¢n y a los conocimientos especializados 
que se requieren para participar en la esfera p£blica, sigue siendo una 
limitaci¢n fundamental, especialmente en los pa¡ses en desarrollo. Por otra 
parte, la informaci¢n y el conocimiento se est n transformando cada vez m s en 
recursos privados que pueden ser controlados, vendidos y comprados, como si se 
tratara de simples mercanc¡as y no de elementos fundamentales de la organizaci¢
n y el desarrollo social. As¡ pues, reconocemos la urgencia de buscar 
soluciones a estas contradicciones, ya que se trata de los principales desaf¡os 
que se plantean a las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n.
Estamos convencidos y convencidas de que con suficiente voluntad pol¡tica para 
movilizar este acervo de conocimientos humanos y los recursos apropiados, la 
humanidad podr¡a lograr sin duda los objetivos de la Declaraci¢n del Milenio e 
incluso superarlos. En tanto organizaciones de la sociedad civil, aceptamos 
nuestra parte de responsabilidad para traducir a la pr ctica estos objetivos y 
hacer de nuestra visi¢n una realidad.











?NDICE
	P gina
1	Una sociedad visionaria		3
2	Principios y desaf¡os fundamentales		6
2.1	Justicia social y desarrollo sostenible centrado en el ser humano	
	6
2.1.1	Erradicaci¢n de la pobreza		7
2.1.2	Ciudadan¡a global		7
2.1.3	Justicia de g‚nero		7
2.1.4	Importancia de la juventud		8
2.1.5	Acceso a la informaci¢n y los medios de comunicaci¢n		8
2.1.6	Acceso a la informaci¢n sanitaria		9
2.1.7	Alfabetizaci¢n b sica		9
2.1.8	Desarrollo de soluciones de TIC sostenibles y comunitarias	
	10
2.1.9	Situaciones de conflicto		11
2.2	Importancia crucial de los derechos humanos		11
2.2.1	Libertad de expresi¢n		11
2.2.2	Derecho a la privacidad		12
2.2.3	Derecho a participar en asuntos p£blicos		12
2.2.4	Derechos de los trabajadores		12
2.2.5	Derechos de las poblaciones ind¡genas		12
2.2.6	Derechos de la mujer		13
2.2.7	Derechos del ni¤o		13
2.2.8	Derechos de las personas con discapacidades		13
2.2.9	Reglamento e imperio de la ley		13
2.3	Cultura, conocimiento y dominio p£blico		13
2.3.1	Diversidad cultural y ling¡stica		14
2.3.2	Medios de comunicaci¢n		15
2.3.3	Divulgaci¢n del conocimiento mundial		16
2.4	Entorno habilitador		18
2.4.1	Consideraciones ‚ticas		18
2.4.2	Democracia y gobierno responsable		18
2.4.3	Infraestructura y acceso		19
2.4.4	Financiaci¢n e infraestructura		20
2.4.5	Desarrollo humano - Ense¤anza y capacitaci¢n		20
2.4.6	Generaci¢n de informaci¢n y desarrollo de los conocimientos	
	21
2.4.7	Gobierno mundial de las TIC y las comunicaciones		22
3	Conclusiones		23


2	Principios y desaf¡os fundamentales
Con arreglo a esta visi¢n, resulta esencial que el desarrollo de las sociedades 
de la informaci¢n y la comunicaci¢n se base en principios esenciales que 
reflejen una plena conciencia de los desaf¡os que han de afrontarse y la 
responsabilidad de los diferentes actores. Esto incluye el pleno reconocimiento 
de las necesidades existentes, para abordar las preocupaciones que suscitan las 
cuestiones de g‚nero y adquirir un compromiso fundamental con respecto a la 
igualdad de g‚nero, la no discriminaci¢n y la habilitaci¢n de mujeres, y 
reconocer que ‚stas son condiciones esenciales no negociables para lograr un 
desarrollo centrado en las personas en el contexto de las sociedades de la 
informaci¢n y la comunicaci¢n. Ese compromiso exige rectificar conscientemente 
los efectos de la incidencia de relaciones de poder desiguales en las esferas 
social, econ¢mica y pol¡tica, que se manifiesta en diferencias de acceso, 
elecci¢n, oportunidades, participaci¢n, condici¢n jur¡dica y control de los 
recursos entre las mujeres y los hombres, as¡ como en las comunidades por 
clase, etnia, religi¢n, raza, situaci¢n geogr fica y fase de desarrollo.
Hemos identificado las siguientes  reas centrales de preocupaci¢n . Reconocemos 
y apoyamos los siguientes principios, y hemos definido ciertas esferas 
prioritarias de acci¢n por parte de la comunidad internacional.
2.1	Justicia social y desarrollo sostenible centrado en el ser humano
En un marco de justicia social, el desarrollo humano entra¤a condiciones 
culturales, sociales, econ¢micas, pol¡ticas y ambientales que materialicen el 
pleno potencial y habilliten a las personas y las comunidades. Pese a los 
enormes progresos realizados por la humanidad en el  mbito del conocimiento y 
la tecnolog¡a, la mayor¡a de las personas siguen viviendo en condiciones 
desastrosas.
En la sociedad de la informaci¢n y la comunicaci¢n la justicia social s¢lo 
puede obtenerse  teniendo en cuenta las injusticias geopol¡ticas e hist¢ricas 
sobrevenidas en lo econ¢mico, social, pol¡tico y cultural. La actual din mica 
del mundo se caracteriza por tensiones resultantes de la interrelaci¢n entre la 
liberalizaci¢n econ¢mica mundial, la mundializaci¢n cultural, el mayor 
militarismo, el resurgimiento de fundamentalismos, el racismo y la suspensi¢n y 
violaci¢n de derechos humanos b sicos.
La desigual distribuci¢n de las TIC y la falta de acceso a la informaci¢n que 
tiene una gran parte de la poblaci¢n mundial, fen¢menos que suelen denominarse 
brecha digital, son de hecho una expresi¢n de nuevas asimetr¡as en el conjunto 
de brechas sociales existentes. stas incluyen las brechas entre el Norte y el 
Sur, los ricos y los pobres, los hombres y las mujeres, las poblaciones urbanas 
y rurales, aquellos que tienen acceso a la informaci¢n y aquellos que carecen 
del mismo. Dichas disparidades pueden verse no s¢lo entre las diferentes 
culturas, sino tambi‚n dentro de las fronteras nacionales. La comunidad 
internacional debe ejercer su poder colectivo para garantizar que los Estados 
adopten medidas con el fin de reducir las brechas digitales nacionales.
Combatir todas las formas de discriminaci¢n, exclusi¢n y aislamiento que 
padecen los diferentes grupos y comunidades marginalizados y vulnerables exige 
algo m s que el simple despliegue de tecnolog¡as. Su total participaci¢n en las 
sociedades de la informaci¢n y comunicaci¢n requieren que rechacemos en un 
nivel fundamental la promoci¢n de TIC para el desarrollo orientado al mercado y 
basado £nicamente en la b£squeda de r‚dito econ¢mico. Ser  necesario adoptar 
medidas conscientes y dirigidas a objetivos definidos para garantizar que no se 
desplieguen las nuevas TIC con el fin de perpetuar las tendencias negativas de 
la mundializaci¢n econ¢mica y la monopolizaci¢n de los mercados. Por el 
contrario, el desarrollo y las aplicaciones TIC deber¡an orientarse a promover 
el progreso social, econ¢mico y cultural de los pueblos del mundo y contribuir 
a transformar el paradigma del desarrollo.
Habr¡a que adoptar decisiones tecnol¢gicas con el fin de atender a necesidades 
humanas esenciales y no s¢lo para enriquecer a las empresas o hacer posible el 
control antidemocr tico de los gobiernos. En consecuencia, deben tomarse 
decisiones fundamentales sobre el dise¤o y la utilizaci¢n de las tecnolog¡as en 
cooperaci¢n con la sociedad civil, incluyendo a los diferentes usuarios y 
usuarias finales, y a las personas involucradas en el desarrollo de las 
tecnolog¡as. En particular, cuando se trate de las tecnolog¡as basadas en las 
comunidades, se deber  aplicar en los  los correspondientes procesos de dise¤o 
la teor¡a y la pr ctica de la informaci¢n comunitaria para responder 
adecuadamente a las caracter¡sticas y necesidades espec¡ficas de las 
comunidades.
2.1.1	Erradicaci¢n de la pobreza
La erradicaci¢n de la pobreza debe ser una de las prioridades centrales de la 
agenda de la CMSI. No puede conseguirse un desarrollo sostenible que considere 
las nuevas TIC sin atacar las desigualdades existentes. Debe permitirse a las 
personas que viven en extrema pobreza contribuir con sus experiencias y 
conocimiento a un di logo que involucre a todas las partes. Atacar la pobreza 
requiere m s que la elaboraci¢n de "programas de desarrollo". Exige un 
compromiso b sico para examinar la situaci¢n actual, mejorar el acceso local a 
la informaci¢n relevante en un contexto espec¡fico, mejorar la formaci¢n en TIC 
y asignar importantes recursos financieros y de otro tipo. Asimismo, por 
trabajar a nivel de las bases, los voluntarios desempe¤an una funci¢n 
importante en la inclusi¢n social.
Es necesario canalizar los recursos financieros, vinculados a la solidaridad 
social y digital, a trav‚s de mecanismos financieros nuevos y existentes 
gestionados de manera transparente e inclusiva por parte de todos los sectores 
de la sociedad. Entre los puntos que es necesario examinar por sus posibles 
efectos negativos sobre el desarrollo equitativo se encuentran los actuales 
acuerdos de reconocimiento y gobierno del conocimiento y la informaci¢n 
monopolizados, lo cual incluye la labor de la OMPI y el funcionamiento del 
Acuerdo sobre los ADPIC.
2.1.2	Ciudadan¡a global
Las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n tienen el potencial de 
catalizar y contribuir a la liberaci¢n de los enormes recursos financieros, 
t‚cnicos, humanos y morales necesarios para el desarrollo sostenible.  Estos 
recursos s¢lo estar n disponibles  a medida que los pueblos del mundo cultiven 
un profundo sentido de la responsabilidad por el destino del planeta y el 
bienestar de toda la familia humana. En este sentido, es necesario que las 
personas y las comunidades, as¡ como los gobiernos, desarrollen una conciencia 
global y un sentido de ciudadan¡a mundial. Puesto que la humanidad es una e 
indivisible, cada miembro de la raza humana la representa en su conjunto y como 
tal se debe asegurar la misma importancia a cada uno a trav‚s de la observancia 
y la aplicaci¢n proactivas de los derechos humanos a nivel internacional. 
2.1.3	Justicia de g‚nero
Las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n equitativas, abiertas e 
inclusivas deben basarse en la justicia de g‚nero y guiarse particularmente por 
la interpretaci¢n de los principios sobre igualdad de g‚nero, no discriminaci¢n 
y habilitaci¢n de las mujeres que contienen la Declaraci¢n de Beijing y la 
Plataforma para la Acci¢n (Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer) y el 
Convenci¢n  para la eliminaci¢n de todas las formas de discriminaci¢n contra la 
mujer (CEDAW). Todas las acciones deben demostrar no s¢lo un fuerte compromiso, 
sino tambi‚n un alto nivel de concienciaci¢n en pro de un enfoque 
intersectorial que elimine la discriminaci¢n resultante de las relaciones de 
poder desiguales en todos los niveles de la sociedad. Han de elaborarse 
pol¡ticas y programas proactivos en todos los sectores destinados a la mujer en 
tanto que agente activo y primario de cambio en lo que ata¤e a la posesi¢n, 
formulaci¢n, utilizaci¢n y adaptaci¢n de las TIC. Ha de promoverse la creaci¢n 
de programas educativos adaptados al g‚nero y entornos de aprendizaje adecuados 
para habilitar a las ni¤as y mujeres durante todo su ciclo vital, en tanto que 
formadoras y l¡deres de la sociedad. Es fundamental realizar un an lisis de 
g‚nero y elaborar indicadores tanto cuantitativos como cualitativos que midan 
la igualdad de g‚nero en el marco de un sistema nacional de vigilancia y 
evaluaci¢n integrado y de gran alcance.
2.1.4	Importancia de la juventud
Reconocemos asimismo que los y las j¢venes son la mano de obra del futuro, 
principales creadores y creadoras,  y m s tempranos usuarios de las TIC. Por 
consiguiente, se les debe formar para aprender, dise¤ar, contribuir, crear 
empresas y formular decisiones. Debemos centrarnos principalmente en los y las 
j¢venes que a£n no han podido beneficiarse plenamente de las oportunidades que 
ofrecen las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n. En concreto, es 
necesario encontrar la manera de asistir y habilitar a los y las j¢venes de 
entornos desfavorecidos, sobre todo los y las j¢venes de los pa¡ses en 
desarrollo. La igualdad de oportunidades para las ni¤as y mujeres j¢venes debe 
integrarse en nuestros esfuerzos y hemos de crear una mayor concienciaci¢n 
sobre sus necesidades espec¡ficas y posibilidades en el campo de las TIC. 
Tambi‚n han de resolverse las cuestiones a las que se enfrentan los j¢venes 
trabajadores en las industrias de TIC, como los bajos salarios, las pobres 
condiciones laborales y la falta de estabilidad y representaci¢n colectiva. En 
tanto que principales usuarios de las TIC, los y las j¢venes son los m s 
afectados y vulnerables a los riesgos sanitarios que supone su utilizaci¢n. 
As¡, nos comprometemos a desarrollar y utilizar £nicamente aquellas TIC que 
garanticen el bienestar, la protecci¢n y el desarrollo armonioso de toda la 
infancia. 
2.1.5	Acceso a la informaci¢n y los medios de comunicaci¢n
El acceso a la informaci¢n y los medios de comunicaci¢n, en tanto que bienes 
p£blicos y globales, debe ser participativo, universal, inclusivo y 
democr tico. Debe eliminarse cualquier desigualdad de acceso en t‚rminos de 
brecha Norte/Sur, as¡ como de desigualdad entre las naciones desarrolladas y 
menos desarrolladas. Los obst culos que hay que superar son de naturaleza econ¢
mica, educativa, t‚cnica, pol¡tica, social, ‚tnica y de edad, y en todas ellas 
van incorporadas desigualdades de g‚nero que deben atacarse espec¡ficamente.
Debe garantizarse el acceso universal a la informaci¢n fundamental para el 
desarrollo humano. La infraestructura y las formas m s apropiadas de 
tecnolog¡as de la informaci¢n y la comunicaci¢n deben ser accesibles para todos 
independientemente de su contexto social, y debe promoverse la  apropiaci¢n 
social de estas tecnolog¡as. Esto implica involucrarse en las diversas 
realidades experimentadas por los distintos grupos sociales, como los pueblos 
ind¡genas, v¡ctimas de la di spora y las migraciones, y privilegiar las 
soluciones focalizadas o a nivel local. Los medios de comunicaci¢n 
tradicionales y las iniciativas de informaci¢n y comunicaci¢n a nivel 
comunitario tienen una funci¢n fundamental que desempe¤ar a este respecto, del 
mismo modo que la utilizaci¢n efectiva de las nuevas TIC. Debe reforzarse el 
marco reglamentario y jur¡dico en todas las sociedades de la informaci¢n y la 
comunicaci¢n para soportar la compartici¢n universal de la tecnolog¡a, la 
informaci¢n y el conocimiento y promover el control comunitario respetando los 
derechos y libertades humanos.
En el desarrollo de las TIC deben tenerse en cuenta las necesidades espec¡ficas 
y los requisitos de todos los participantes, incluidos los discapacitados. Es 
m s f cil conseguir la accesibilidad e inclusividad de las TIC en una fase 
temprana de su dise¤o, elaboraci¢n y producci¢n, para que la sociedad de la 
informaci¢n y la comunicaci¢n sea una sociedad para todos a un coste m¡nimo.
La necesidad de acceder, enviar y recibir informaci¢n es un reto 
particularmente importante para las personas vulnerables como los refugiados, 
los pueblos desplazados por guerras y aquellos que piden asilo, que por 
desconocer sus derechos, a menudo se ven privados de ellos. El acceso a los 
medios de comunicaci¢n para estos grupos es necesario para que puedan defender 
y promover sus derechos y reclamar leg¡timamente lo que les corresponde de 
conformidad con la ley internacional.
2.1.6	Acceso a la informaci¢n sanitaria
El acceso a la informaci¢n sobre la salud f¡sica y mental puede ser facilitado 
y mejorado por las TIC. La falta de acceso a la informaci¢n y la comunicaci¢n 
se ha identificado como un factor cr¡tico de las crisis de salud p£blica f¡sica 
y mental en todo el mundo. Varios expertos han sugerido el proporcionar a las y 
los ciudadanos de los pa¡ses en desarrollo con puntos de acceso a nivel 
comunitario donde poder acceder a la informaci¢n de salud f¡sica y mental, lo 
que significar¡a un punto de partida crucial para solucionar las crisis de 
salud mental y fisica. No obstante, estos puntos de acceso deben facilitar m s 
que el flujo de informaci¢n unidireccional (por ejemplo, del experto a la 
comunidad o al paciente). Deben ser las comunidades quienes participen en la 
selecci¢n y creaci¢n de flujos de comunicaci¢n que consideren £tiles y 
necesarios para la prevenci¢n, tratamiento y promoci¢n de la atenci¢n en salud 
f¡sica y mental para todos y todas. Un acceso abierto a la informaci¢n m‚dica 
es absolutamente fundamental para que todo el personal m‚dico y param‚dico 
pueda acceder a los datos disponibles.
2.1.7	Alfabetizaci¢n b sica
La alfabetizaci¢n y el acceso universal gratuito a la educaci¢n es un principio 
fundamental. Las sociedades del conocimiento requieren una ciudadan¡a informada 
y educada. La creaci¢n de capacidad debe incluir la formaci¢n necesaria para 
utilizar las TIC, la capacidad cr¡tica ante los medios de comunicaci¢n y la 
informaci¢n, y las habilidades necesarias para una ciudadan¡a activa, 
incluyendo la capacidad de encontrar, discriminar, utilizar y crear informaci¢n 
y tecnolog¡as. Debe darse prioridad a los enfoques locales, horizontales, 
adaptados al g‚nero y dirigidos y arraigados en lo social. Debe promoverse la 
combinaci¢n de medios tradicionales y nuevos, as¡ como el acceso abierto al 
conocimiento y la informaci¢n. Las bibliotecas, tanto reales como virtuales, 
tienen la funci¢n importante de garantizar el acceso al conocimiento y la 
informaci¢n a todos y todas. A nivel internacional y multilateral, ha de 
protegerse el conocimiento y la cultura de dominio p£blico. Las tecnolog¡as de 
la informaci¢n centradas en las personas pueden facilitar la erradicaci¢n de 
enfermedades y epidemias, y contribuir a que todas las personas tengan comida, 
abrigo, libertad y paz.
La alfabetizaci¢n, la educaci¢n y la investigaci¢n son componentes 
fundamentales de las sociedades de la informaci¢n, la comunicaci¢n y el 
conocimiento. La creaci¢n y adquisici¢n del conocimiento deben ser nutridas a 
trav‚s de procesos  participativos y colectivos y no considerarse como un flujo 
unidireccional o confinado a un solo sector en la creaci¢n de capacidades. La 
educaci¢n (formal, informal, continua) construye la democracia alfabetizando a 
los pueblos y capacitando la fuerza trabajadora. Pero s¢lo los pueblos 
informados y educados que puedan acceder a los instrumentos de difusi¢n de una 
investigaci¢n plural pueden participar plenamente y contribuir eficazmente a 
las sociedades del conocimiento.
Debe prestarse atenci¢n urgente a las consecuencias positivas y negativas que 
pueden tener las TIC en cuestiones tales como el analfabetismo en los idiomas 
regionales, nacionales e internacionales de las grandes mayor¡as de los pueblos 
del mundo. Entre los esfuerzos por alfabetizar, educar e investigar en el 
contexto de las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n debe hacerse 
hincapi‚ en las necesidades de las personas con discapacidades f¡sicas y 
promover todas las maneras posibles de superarlas (por ejemplo, reconocimiento 
de voz, ciberaprendizaje y capacitaci¢n a trav‚s del formato universidad 
abierta). 
2.1.8	Desarrollo de soluciones de TIC sostenibles y comunitarias
Para que las comunidades y las personas puedan disfrutar plenamente de los 
beneficios de la sociedad de la informaci¢n y la comunicaci¢n, las TIC deben 
dise¤arse y producirse de acuerdo con principios ambientales sostenibles. Las 
soluciones tecnol¢gicas deben asimismo ser sostenibles para que las comunidades 
puedan mantener su utilizaci¢n y evoluci¢n.
El reciclaje de equipos debe cumplir las normas medioambientales, y la producci¢
n de las tecnolog¡as no debe consumir una cantidad no sotenible de energ¡a o 
recursos naturales.
Es fundamental desarrollar propuestas y pol¡ticas concretas para mejorar la 
eficacia en la utilizaci¢n de los recursos y encontrar recursos energ‚ticos 
renovables. Esto conlleva la "desmaterializaci¢n" (por ejemplo, utilizar menos 
papel) y la reducci¢n de desechos originados por las TIC; incrementar la vida 
£til del hardware y sus compponentes; mejorar las condiciones de reciclaje; 
garantizar una eliminaci¢n segura del hardware y componentes deÿlas TIC; y 
promover alternativas a los componentes t¢xicos de lasÿTIC. Se trata asimismo 
de conceder la mayor prioridad a la creaci¢n y utilizaci¢n de recursos 
energ‚ticos renovables para satisfacer las necesidades b sicas de los pueblos 
de los pa¡ses en desarrollo. Deben utilizarse recursos energ‚ticos renovables 
para la diseminaci¢n, por v¡a de lasÿTIC, de la informaci¢n y las 
comunicaciones, con inclusi¢n de la radio y la televisi¢n. En especial, ?frica 
puede beneficiarse de la energ¡a solar gracias a su alto nivel de exposici¢n 
directa a la radiaci¢n solar. Movilizando las tecnolog¡as regionales, con la 
ayuda de la necesaria cooperaci¢n t‚cnica y financiera, ?frica puede 
transformarse en l¡der en este campo estrat‚gico en la pr¢xima d‚cada.
Las comunidades deben poder participar directamente en el desarrollo y el 
mantenimiento de soluciones basadas en lasÿTIC para sus propios problemas. Para 
que las comunidades puedan crear y sostener sus propias soluciones utilizando 
las TIC, deber  d rseles la capacidad de elaborar sus propias fuerzas 
productivas y de controlar los modos de producci¢n dentro de la sociedad de la 
informaci¢n. Debe asimismo otorg rseles el derecho de participar plenamente en 
el desarrollo y mantenimiento de proyectos deÿTIC mediante procesos 
democr ticos, con inclusi¢n de la toma de decisiones en lo que afecta a las 
cuestiones econ¢micas, culturales, medioambientales y de otro tipo. As¡, deben 
utilizarse las TIC como instrumento para la creaci¢n de fuentes verdaderas y 
sostenibles de trabajo, proporcionando as¡ nuevas oportunidades laborales.
Para que las comunidades y las personas puedan encontrar sus propias soluciones 
sostenibles a nivel econ¢mico y t‚cnico deber n poder utilizar software libre, 
pudiendo as¡ adquirirlo a un precio m s asequible y participar en su desarrollo 
y mantenimiento2. La innovaci¢n de lasÿTIC debe ajustarse a normas t‚cnicas 
internacionales para el hardware, el software, y los procesos, de modo abierto, 
libremente aplicable, documentado a nivel p£blico, interoperable, no 
discriminatorio y conforme a la demanda.
Es importante trabajar por que las comunidades utilicen para sus comunicaciones 
los medios y las tecnolog¡as de la comunicaci¢n tanto tradicionales como 
nuevos. Es necesario desarrollar la inform tica comunitaria y fomentar su 
implantaci¢n, centr ndose en las caracter¡sticas propias y en las necesidades 
de cada comunidad en lo que ata¤e al dise¤o, el desarrollo, la instalaci¢n y el 
funcionamiento de lasÿTIC, as¡ como a la producci¢n de contenido local.
2.1.9	Situaciones de conflicto
Reconocemos que la utilizaci¢n de medios de comunicaci¢n puede tener 
repercusiones tanto positivas como negativas en las situaciones de conflicto, y 
tambi‚n en los procesos de paz posteriores. Por consiguiente, insistimos en que 
se respeten cuidadosamente durante los conflictos los derechos de los 
periodistas y todas las personas que se recogen y comunican la informaci¢n 
utilizando cualquier tipo de medio. Estos derechos deben respetarse en 
cualquier circunstancia, pero son especialmente importantes durante las 
guerras, los conflictos violentos y las manifestaciones no violentas.
Nos preocupa especialmente el despliegue de tecnolog¡as y t‚cnicas de "guerra 
de la informaci¢n", con inclusi¢n de la interferencia, bloqueo o destrucci¢n 
intencionados de los sistemas de comunicaci¢n civiles durante las situaciones 
de conflicto; la utilizaci¢n de periodistas parciales y los ataques a los 
periodistas imparciales; la utilizaci¢n de los medios de comunicaci¢n para 
promover el odio y el genocidio, ya sea por parte de las fuerzas militares, 
pol¡ticas o de seguridad, gubernamentales, privadas o de otro tipo durante 
situaciones de conflicto tanto a nivel internacional como nacional.
La intervenci¢n de la informaci¢n en las situaciones de conflicto debe estar 
controlada por la ley internacional y laÿCMSI debe fomentar la elaboraci¢n de 
un futuro convenio contra la guerra de la informaci¢n que solucione estos 
problemas. Al mismo tiempo, laÿCMSI no debe s¢lo limitar la guerra de la 
informaci¢n y el control ejercido sobre los medios de comunicaciones en 
situaciones de conflicto, sino tambi‚n fomentar su funci¢n en pro de la paz. 
Para ello, instamos a los gobiernos a disminuir las subvenciones p£blicas a las 
tecnolog¡as de comunicaciones militares y reorientar esa financiaci¢n a la 
inversi¢n en herramientas y aplicaciones de comunicaciones para la consecuci¢n 
de la paz.
2.2	Importancia crucial de los derechos humanos
Una sociedad de la informaci¢n y la comunicaci¢n deber¡a basarse en los 
derechos humanos y la dignidad humana. Tomando como bases la Carta de las 
Naciones Unidas y la Declaraci¢n Universal de los Derechos Humanos, deben 
quedar plasmadas la universalidad, la indivisibilidad, la interrelaci¢n y la 
interdependencia de todos los derechos humanos -civiles, pol¡ticos, econ¢micos, 
sociales y culturales-, incluidos el derecho al desarrollo y los derechos 
ling¡sticos. Esto implica la plena integraci¢n y la aplicaci¢n y el 
cumplimiento concretos de todos los derechos, as¡ como el reconocimiento de su 
importancia crucial para la democracia y el desarrollo sostenible. Las 
sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n han de ser integradoras, de modo 
que todos los pueblos, sin ning£n tipo de distinci¢n, puedan liberar su pleno 
potencial. Se deben incorporar los principios de no discriminaci¢n y diversidad 
en todos los reglamentos, pol¡ticas y programas relativos a las TIC.
2.2.1	Libertad de expresi¢n 
El Art¡culo 19 de la Declaraci¢n Universal de los Derechos Humanos es de 
importancia fundamental y espec¡fica, puesto que constituye una condici¢n 
esencial para crear sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n basadas en 
los derechos humanos. El Art¡culoÿ19 estipula que todo individuo tiene derecho 
a la libertad de opini¢n y de expresi¢n, as¡ como el derecho de investigar y 
recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitaci¢n de 
fronteras, por cualquier medio de expresi¢n. Esta idea lleva impl¡cita la libre 
circulaci¢n de opiniones, el pluralismo de las fuentes de informaci¢n y los 
medios de expresi¢n, la libertad de prensa y la disponibilidad de los 
instrumentos necesarios para acceder a la informaci¢n e intercambiar 
conocimientos. La libertad de expresi¢n a trav‚s de Internet debe estar 
protegida por el imperio de la ley m s que por la autorregulaci¢n y c¢digos de 
conducta. Ni los participantes en el proceso de comunicaci¢n ni el contenido, 
la transmisi¢n o la difusi¢n de informaci¢n deben ser objeto de censura, 
control arbitrario o limitaciones previos. Se ha de proteger y promover el 
pluralismo de las fuentes de informaci¢n y los medios de expresi¢n.
2.2.2	Derecho a la privacidad
El derecho a la privacidad, refrendada por el Art¡culo 12 de la Declaraci¢n 
Universal de los Derechos Humanos, es fundamental para lograr el desarrollo 
humano autodeterminado con respecto a las actividades c¡vicas, pol¡ticas, 
sociales, econ¢micas y culturales. El derecho a la privacidad hace frente a 
nuevos problemas en las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n, y debe 
estar protegido en los espacios p£blicos, en l¡nea, fuera de l¡nea, en el hogar 
y en el lugar de trabajo. Todo individuo debe tener derecho a decidir 
libremente si quiere recibir informaci¢n y comunicarse con otros, y de qu‚ 
manera. Se debe garantizar a todos la posibilidad de comunicarse de forma an¢
nima. El poder que tienen el sector privado y los gobiernos sobre los datos 
personales incrementa el riesgo de cometer abusos, incluidos de control y 
vigilancia. Se ha de responder de la gesti¢n de estas actividades, que deben 
mantenerse a un nivel m¡nimo autorizado por la ley en una sociedad democr tica. 
Toda persona deber¡a controlar y determinar qui‚n puede recopilar, conservar, 
procesar, utilizar y divulgar sus datos personales.
2.2.3	Derecho a participar en asuntos p£blicos
En una sociedad democr tica, la administraci¢n y la justicia ¢ptimas de un 
Estado implican apertura, transparencia, rendici¢n de cuentas, participaci¢n y 
cumplimento del imperio de la ley. Es necesario respetar estos principios para 
tener derecho a participar en la gesti¢n de los asuntos p£blicos. Se deber¡a 
asegurar el acceso p£blico a la informaci¢n producida o mantenida por los 
Estados y velar por que la informaci¢n sea oportuna, completa y accesible, y 
tenga un formato y una terminolog¡a que el p£blico pueda entender. Esto tambi‚n 
se aplica al acceso a documentos de empresas relativos a actividades de 
especial inter‚s p£blico, sobre todo en los casos en que los Estados no hacen 
p£blica esta informaci¢n.
2.2.4	Derechos de los trabajadores
Las TIC est n cambiando paulatinamente nuestra forma de trabajar. Respecto de 
las normas internacionales del trabajo, resulta fundamental crear condiciones 
de trabajo justas, seguras, sin riesgo y s¢lidas en lo que se refiere a la 
fabricaci¢n de equipos y programas inform ticos, y al uso de las TIC en el 
lugar de trabajo en general, por ejemplo a trav‚s de un di logo social 
tripartito. Las TIC deber¡an utilizarse para contribuir a que se conozcan 
mejor, se respeten y se cumplan las normas relativas a los derechos humanos y 
las normas internacionales del trabajo. En el lugar de trabajo se han de 
respetar derechos humanos tales como la privacidad, la libertad de expresi¢n, 
los derechos ling¡sticos, el derecho de los trabajadores en l¡nea a crear 
sindicatos y afiliarse a ellos, y el derecho de los sindicatos a desempe¤ar 
libremente sus funciones, incluida la de comunicarse con empleados.
2.2.5	Derechos de las poblaciones ind¡genas 
La evoluci¢n de las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n debe basarse 
en el respeto y la promoci¢n del reconocimiento de los derechos de las 
poblaciones ind¡genas y sus peculiaridades, como se expone en distintas 
convenciones internacionales. Las poblaciones ind¡genas tienen los derechos 
fundamentales de proteger, preservar y fomentar su propio idioma, cultura e 
identidad. Las TIC deber¡an ser un factor de diversidad y ayudar a las 
poblaciones ind¡genas a defender su derecho a beneficiarse plenamente y de 
forma prioritaria de sus recursos culturales, intelectuales y naturales.
2.2.6	Derechos de la mujer
Para hacer efectivos los derechos de la mujer en las sociedades de la informaci¢
n y la comunicaci¢n, como se define claramente en la Convenci¢n sobre la 
eliminaci¢n de todas las formas de discriminaci¢n contra la mujer (CEDAW) y la 
Declaraci¢n de Beijing y Plataforma de Acci¢n (Quinta Conferencia Mundial sobre 
la Mujer), es fundamental reconocer y corregir las diferencias, disparidades y 
desventajas de que son objeto las mujeres. Esto significa que se ha de tener en 
cuenta de qu‚ manera las mujeres son distintas de los hombres y c¢mo se 
traducen estas diferencias en los distintos niveles de acceso a las TIC, de 
oportunidad, de participaci¢n en ellas y de uso de las mismas. Se ha de velar 
por que las intervenciones y los programas normativos o jur¡dicos corrijan 
expresamente estas diferencias. Para conseguir la igualdad real de las mujeres 
respecto de los hombres y, por ende, conferirles la plena capacidad de reclamar 
sus derechos humanos y hacer uso de ellos, es necesario adoptar un enfoque 
equitativo completo en el an lisis, en el que se se¤ale el contenido de las 
pol¡ticas y programas relativos a las TIC. Adoptar este enfoque significa que 
las medidas destinadas a promover los derechos de la mujer han de transformar 
la relaci¢n desigual de poder entre mujeres y hombres. Las mujeres necesitan no 
s¢lo igualdad de oportunidades sino tambi‚n igualdad de acceso a las 
oportunidades y la posibilidad de aprovechar plenamente las mismas.
2.2.7	Derechos del ni¤o
Las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n deben respetar y promover 
los principios de la Convenci¢n sobre los Derechos del Ni¤o. Todos los ni¤os 
tienen derecho a vivir una infancia feliz y ejercitar los derechos y las 
libertades de que gozan todas las personas en virtud de la Declaraci¢n 
Universal de los Derechos Humanos. Todas las personas, la sociedad civil, el 
sector privado y los Estados deber¡an comprometerse a defender los derechos del 
ni¤o en las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n.
2.2.8	Derechos de las personas con discapacidades
En las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n incluyentes, las 
pol¡ticas p£blicas, las leyes y los reglamentos en todos los niveles deben 
garantizar los derechos de las personas con discapacidades a acceder plena y 
equitativamente a la informaci¢n y las comunicaciones, incluidas las TIC, 
independientemente de los tipos y grados de discapacidad. Para alcanzar este 
objetivo, se debe promover y respaldar radicalmente la creaci¢n de un principio 
de dise¤o universal y el uso de tecnolog¡as de asistencia, en todo el proceso 
de creaci¢n y mantenimiento de sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n 
en las que las personas con discapacidades y las organizaciones que les 
representan deben poder participar plenamente y en condiciones de igualdad con 
las personas no discapacitadas.
2.2.9	Reglamento e imperio de la ley
El reglamento nacional deber¡a ajustarse plenamente a las normas 
internacionales en materia de derechos humanos, con arreglo al imperio de la 
ley. Las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n no deben redundar en 
discriminaci¢n o privaci¢n alguna de derechos humanos como consecuencia de 
actos u omisiones de Estados o de actores ajenos a ellos en virtud de sus 
jurisdicciones. Toda restricci¢n en el uso de las TIC debe perseguir un 
objetivo leg¡timo en virtud del derecho internacional, ser conforme a la 
legislaci¢n, estar estrictamente proporcionada a dicho objetivo y ser necesaria 
en una sociedad democr tica.
2.3	Cultura, conocimiento y dominio p£blico
Las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n se nutren de su variedad de 
culturas e idiomas, que se conservan y transmiten a trav‚s de la tradici¢n 
oral, o se graban y transmiten a trav‚s de diversos medios de expresi¢n, los 
cuales contribuyen todos ellos al acervo de conocimientos humanos. El 
conocimiento humano es la herencia del g‚nero humano y el origen de la creaci¢n 
de todo conocimiento nuevo. La protecci¢n de la diversidad cultural y 
ling¡stica, la libertad de los medios de comunicaci¢n, y la defensa y la 
divulgaci¢n del dominio p£blico del conocimiento mundial son tan fundamentales 
para las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n como la diversidad de 
nuestro entorno natural.
2.3.1	Diversidad cultural y ling¡stica
La diversidad cultural y ling¡stica constituye una faceta fundamental de las 
sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n centradas en las personas. Cada 
cultura tiene una dignidad y un valor que han de respetarse y protegerse. La 
diversidad cultural y ling¡stica se basa, entre otras cosas, en la libertad de 
informaci¢n y expresi¢n, y en la libertad que tiene todo el mundo de participar 
libremente en la vida cultural de la comunidad, en los  mbitos local, nacional 
e internacional. Esta participaci¢n abarca actividades realizadas tanto en 
calidad de usuarios como de productores de contenido cultural. A las TIC, 
incluidos los medios de comunicaci¢n tradicionales, les corresponde un cometido 
especialmente importante en el mantenimiento y el fomento de las culturas e 
idiomas del mundo.
2.3.1.1	Creaci¢n de capacidad y educaci¢n
La diversidad cultural y ling¡stica no s¢lo deber¡a protegerse, sino que ha de 
fomentarse. Esto implica tener la capacidad de expresarse, en su propio idioma, 
en todo momento, de cualquier modo, incluidos los medios de comunicaci¢n 
tradicionales y las nuevas TIC. Para convertirse en un contribuyente y un 
creador en las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n, se necesitan no 
s¢lo conocimientos t‚cnicos sino tambi‚n competencia cr¡tica y creativa. La 
educaci¢n en materia de medios de comunicaci¢n debe recibir atenci¢n espec¡fica 
en el marco de los programas de educaci¢n y formaci¢n, en el sentido de la 
Declaraci¢n Grunwald de la UNESCO. La diversidad cultural y ling¡stica tambi‚n 
implica acceder de manera equitativa a los medios de expresi¢n y divulgaci¢n de 
bienes y servicios culturales. Se deber¡a conceder prioridad a las iniciativas 
impulsadas por las comunidades.
2.3.1.2	Idiomas
La pluralidad de idiomas constituye el n£cleo de la efervescencia de las 
sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n. Las TIC pueden utilizarse para 
reducir brechas culturales y ling¡sticas, una vez establecidas las prioridades 
correctas. En el pasado, el desarrollo de las TIC ha contribuido con demasiada 
frecuencia a agudizar las desigualdades, como por ejemplo al predominar los 
idiomas basados en la escritura latina (sobre todo el ingl‚s) y marginar 
idiomas locales, regionales y minoritarios. Se deber¡a dar prioridad a la 
investigaci¢n y el desarrollo de las TIC destinados a superar obst culos y 
poner fin a desigualdades entre idiomas y culturas.
2.3.1.3	Derecho y reglamento internacionales
El derecho y el reglamento internacionales deber¡an potenciar la diversidad 
cultural, ling¡stica y medi tica, con arreglo a las declaraciones y los pactos 
internacionales existentes, en particular a los Art¡culosÿ19ÿyÿ27 de la 
Declaraci¢n Universal de los Derechos Humanos, los Art¡culosÿ19ÿyÿ27 del Pacto 
Internacional de Derechos Civiles y Pol¡ticos, los Art¡culosÿ13ÿyÿ15 del Pacto 
Internacional de Derechos Econ¢micos, Sociales y Culturales, y los 
Art¡culosÿ5ÿyÿ6 de la Declaraci¢n Universal sobre la Diversidad Cultural, 
adoptada por la UNESCO enÿ2001. En los acuerdos de comercio internacional no se 
deber¡a considerar la cultura, incluidos el contenido y los servicios 
audiovisuales, como una mercanc¡a, sino que se deber¡a tener en cuenta la 
necesidad de diversidad cultural, ling¡stica y medi tica. Se deber¡a acelerar 
la creaci¢n de una Convenci¢n Internacional sobre Diversidad Cultural con 
objeto de llegar a un acuerdo internacional eficaz y vinculante. Los 
instrumentos internacionales de reglamentaci¢n de los derechos de propiedad 
intelectual existentes, incluidos los ADPIC y los instrumentos de la OMPI, 
deber¡an revisarse con miras a asegurarse de que promueven la diversidad 
cultural, ling¡stica y medi tica, y contribuyen al desarrollo del conocimiento 
humano.
2.3.2	Medios de comunicaci¢n
2.3.2.1	La funci¢n de los medios de comunicaci¢n
2.3.2.1	La funci¢n de los medios de comunicaci¢n
La libertad de expresi¢n y de los medios de comunicaci¢n son la esencia de 
cualquier modelo de sociedad de la informaci¢n y la comunicaci¢n. Los medios de 
comunicaci¢n son un mecanismo integrador que puede contribuir a la creaci¢n de 
una perspectiva mundial de las comunicaciones. Desempe¤an una funci¢n 
fundamental en la producci¢n, recopilaci¢n y distribuci¢n de contenido diverso 
que integre a todos los ciudadanos y que permita la participaci¢n activa 
de ‚stos. La radio y la televisi¢n siguen siendo los mecanismos m s eficaces 
para suministrar informaci¢n de alta calidad, especialmente para los pa¡ses en 
desarrollo. Los medios de comunicaci¢n, en todas sus modalidades, pueden 
contribuir a la cohesi¢n y desarrollo social en la era digital.
El Art¡culoÿ19 es la base de las cinco declaraciones regionales sobre la 
libertad y la pluralidad de los medios de comunicaci¢n, y tiene que seguir 
siendo el marco que defina la funci¢n de los medios de comunicaci¢n, en todas 
sus modalidades. Los Estados miembros de la UNESCO se han pronunciado 
un nimemente en favor de estos textos3.
Las consideraciones en materia de seguridad o de otro tipo no deben menoscabar 
la libertad de expresi¢n y de los medios de comunicaci¢n. El pluralismo y la 
diversidad de los medios de comunicaci¢n debe garantizarse mediante la 
legislaci¢n adecuada, a fin de que no haya una centralizaci¢n excesiva de los 
medios de comunicaci¢n.
Debe protegerse la independencia editorial de lo/as profesionales y 
reportero/as de los medios de comunicaci¢n, y esto/as han de encargarse de 
formular de normas profesionales y ‚ticas del periodismo, en su sentido m s 
general,  y de los medios de comunicaci¢n. Lo/as autores, periodistas y 
editores en l¡nea deben gozar de los mismos derechos contractuales y protecci¢n 
social que lo/as dem s trabajadore/as de los medios de comunicaci¢n.
Los servicios p£blicos de radio y televisi¢n tienen que desempe¤ar la 
importante funci¢n de garantizar la participaci¢n de todos en la sociedad de la 
informaci¢n y la comunicaci¢n. Los medios de comunicaci¢n p£blicos deben 
transformarse en organizaciones que ofrezcan un servicio p£blico con 
independencia editorial.
2.3.2.2	Medios de comunicaci¢n comunitarios
Los medios de comunicaci¢n comunitarios, es decir medios de comunicaci¢n 
independientes, gestionados por las comunidades y basados en la sociedad civil, 
tienen una funci¢n especial que desempe¤ar a la hora de posibilitar el acceso y 
la participaci¢n de todos y todas, en particular de las comunidades m s pobres 
y marginadas, en las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n. Los medios 
de comunicaci¢n comunitarios pueden ser cruciales para fomentar la informaci¢n, 
y promover la expresi¢n de opiniones y el di logo. Es absolutamente fundamental 
la existencia de un marco jur¡dico y reglamentario que proteja y promueva los 
medios de comunicaci¢n comunitarios y que a su vez garantice el acceso de los 
grupos m s vulnerables a la informaci¢n y la comunicaci¢n.
Los gobiernos deben asegurarse de que los marcos jur¡dicos para los medios de 
comunicaci¢n comunitarios no sean discriminatorios y tienen que efectuar una 
atribuci¢n equitativa de frecuencias mediante mecanismos transparentes y 
sujetos a control. Debe establecerse como objetivo la concesi¢n de licencias 
que autoricen las emisiones comunitarias de radio y televisi¢n en los lugares 
donde actualmente no est n permitidas. En la planificaci¢n y reglamentaci¢n del 
espectro se debe destinar espectro y capacidad de canales suficientes para que 
los medios de comunicaci¢n comunitarios puedan desarrollarse, tanto en el 
entorno anal¢gico como en el digital, y se han de crear las normas t‚cnicas 
adecuadas.
Se debe crear un fondo para los medios de comunicaci¢n comunitarios que se 
alimente con donaciones de asociaciones de la sociedad civil y proporcione 
ayuda financiera y apoyo a los medios de comunicaci¢n comunitarios, las 
iniciativas de informaci¢n y comunicaci¢n que utilicen medios de comunicaci¢n 
tradicionales y las nuevas TIC, en particular proyectos destinados a las 
comunidades m s pobres, que fomenten la diversidad cultural y ling¡stica y que 
promuevan la participaci¢n equitativa de las mujeres y las ni¤as. Se debe 
fomentar la creaci¢n de centros y medios de comunicaci¢n comunitarios, y ayudar 
a combinar las tecnolog¡as tradicionales de medios de comunicaci¢n, en 
particular la radio y la televisi¢n, con el acceso a las nuevas TIC. 
2.3.3	Divulgaci¢n del conocimiento mundial
Para crear sociedades de la informaci¢n s¢lidas, es indispensable un rico 
acervo de conocimientos de dominio p£blico, lo que servir  para reducir la 
brecha digital y sentar las bases del desarrollo positivo de la creatividad 
intelectual, la innovaci¢n tecnol¢gica y el uso adecuado de esa tecnolog¡a. En 
las sociedades de la informaci¢n han surgido nuevas formas de almacenamiento 
digital cuya peculiaridad es que la informaci¢n se puede copiar y transmitir de 
manera innovadora, lo cual ha planteado muchos problemas desde el punto de 
vista de los usos sociales y las legislaciones existentes. El aumento de la 
privatizaci¢n del conocimiento amenaza con restringir la disponibilidad de esos 
resultados de las investigaciones. Han habido muchos intentos de comercializar 
y explotar conocimientos ind¡genas tradicionales sin consultar a las 
comunidades, que son las leg¡timas propietarias de dicho conocimiento.
2.3.3.1	Conocimientos de las poblaciones ind¡genas
Las poblaciones ind¡genas son las que preservan su conocimiento tradicional y 
tienen el derecho de proteger y controlar ese conocimiento. Los reg¡menes de 
propiedad intelectual existentes son insuficientes para proteger estos derechos 
de propiedad intelectual y la cultura de las poblaciones ind¡genas.
Se debe impedir cualquier intento de patentar conocimientos tradicionales. Las 
poblaciones ind¡genas son las que han de decidir libremente si su patrimonio es 
de dominio p£blico o no. Adem s, deben tener el derecho de decidir si su 
patrimonio puede comercializarse y de qu‚ modo.
Es necesario adoptar medidas especiales destinadas a preservar la diversidad de 
conocimientos y proteger los recursos culturales, intelectuales y los 
denominados recursos naturales de las poblaciones ind¡genas, en particular el 
conocimiento en materia de bot nica y agricultura, para que ‚stos no se 
apropien ni se exploten comercialmente.
Instamos a las Naciones Unidas a que cree los marcos jur¡dicos espec¡ficos, de 
conformidad con el Art¡culoÿ26.4 del Programaÿ21 de la Cumbre para la Tierra, 
en los que se reconozcan los derechos de las poblaciones ind¡genas a la 
autodeterminaci¢n y a sus territorios at vicos, lo cual es un requisito previo 
necesario para garantizar la protecci¢n, preservaci¢n y desarrollo de su 
conocimiento tradicional en las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n.
2.3.3.2	Derechos de autor, patentes y marcas registradas
Los monopolios intelectuales limitados, conocidos tambi‚n como derechos de 
propiedad intelectual, se conceden £nicamente para el beneficio de la sociedad, 
m s concretamente para fomentar la creatividad y la innovaci¢n. La referencia 
para determinar cu l de ellos debe examinarse y ajustarse regularmente depende 
de en qu‚ medida satisfacen este objetivo. En la actualidad, la inmensa mayor¡a 
de los habitantes del planeta no tienen acceso a los conocimientos mundiales de 
dominio p£blico, situaci¢n que est  generando un crecimiento desigual y la 
explotaci¢n de las poblaciones y comunidades m s pobres. En lugar de ampliar y 
favorecer la divulgaci¢n de los conocimientos mundiales, los £ltimos avances 
tecnol¢gicos est n privatizando cada vez m s la informaci¢n. Se est n 
patentando programas inform ticos (e incluso ideas) lo que ha dado lugar a una 
reducci¢n de la innovaci¢n y el fortalecimiento de los monopolios. Existen 
medicamentos que podr¡an salvar millones de vidas, pero las empresas 
farmac‚uticas que tienen las patentes se niegan a facilitar estos medicamentos 
a los enfermos de pa¡ses que no pueden pagarlos. Los periodos de validez de los 
derechos de autor se ampl¡an m s y m s haci‚ndolos pr cticamente indefinidos, 
lo que va en contra del prop¢sito leg¡timo de la protecci¢n.
2.3.3.3.	Programas inform ticos
Los programas inform ticos constituyen el medio y el marco reglamentario para 
la informaci¢n digital, y el acceso a los mismos determina el acceso a esa 
informaci¢n. Es fundamental que exista un acceso equitativo a los programas 
inform ticos para integrar y fomentar las sociedades de la informaci¢n y la 
comunicaci¢n digitales, para lo cual es esencial que haya plataformas diversas.
Tenemos que ser conscientes de los efectos pol¡ticos y reglamentarios de los 
programas inform ticos en la sociedad digital y concienciar, mediante pol¡ticas 
que ata¤en al p£blico y programas espec¡ficos, los efectos y beneficios que se 
derivan de los diferentes modelos de programas inform ticos. En particular, 
deben fomentarse los programas gratuitos, que se pueden utilizar, estudiar, 
modificar y redistribuir libremente para cualquier prop¢sito, y que por sus 
caracter¡sticas ofrecen beneficios y oportunidades desde el punto de vista 
social, educativo, cient¡fico, pol¡tico y econ¢mico. Es necesario reconocer, 
hacer publicidad y aprovechar las importantes ventajas que ofrecen este tipo de 
programas para los pa¡ses en desarrollo, pues son de bajo costo, fomentan y 
estimulan s¢lidamente las econom¡as locales y regionales, se pueden adaptar a 
las culturas y a los idiomas locales, son m s seguros, permiten la creaci¢n de 
capacidad, etc. Los gobiernos deben promocionar la utilizaci¢n de programas 
gratuitos en los colegios, en la educaci¢n superior y en la administraci¢n 
p£blica.
Las Naciones Unidas deben llevar a cabo un examen fundamental de los efectos 
sobre la pobreza y los derechos humanos del r‚gimen vigente de aceptaci¢n y 
control de conocimiento e informaci¢n monopolizada, en particular la labor de 
la OMPI y el funcionamiento del acuerdo sobre los ADPIC. Debe hacerse lo 
posible para que los monopolios intelectuales limitados estimulen la innovaci¢n 
y recompensen la iniciativa, y evitar que los conocimientos permanezcan en 
manos privadas hasta el momento en que pierden pr cticamente toda utilidad para 
la sociedad.
2.3.3.4	Investigaci¢n
El aumento de la participaci¢n del sector privado en la investigaci¢n 
cient¡fica ha fomentado la creaci¢n de patentes y la privatizaci¢n de los 
conocimientos cient¡ficos, en lugar de hacerlos de dominio p£blico. Adem s, el 
aumento de la competencia entre cient¡ficos y equipos cient¡ficos ha generado, 
en algunas ocasiones, pr cticas cient¡ficas inadecuadas, secretismo y la creaci¢
n de patentes sobre descubrimientos que antes se hubieran hecho de dominio 
p£blico. La base de la investigaci¢n debe seguir siendo la cooperaci¢n, la 
franqueza y la transparencia.
Los centros p£blicos como bibliotecas, centros de investigaci¢n cient¡fica y 
universidades, deben ser capaces de contribuir al enriquecimiento de los bienes 
comunes culturales y de conocimiento, para lo cual deben hacer de dominio 
p£blico los resultados de sus actividades financiadas con dinero p£blico. La 
divulgaci¢n del conocimiento mundial debe defenderse y ampliarse mediante 
pol¡ticas p£blicas, la concientizaci¢n y la inversi¢n en programas. De este 
modo, se ha de garantizar que los resultados de cualquier labor financiada con 
fondos p£blicos u organizaciones sin fines de lucro pasen a ser de dominio 
p£blico y debe aumentarse el acceso a la informaci¢n a trav‚s de los medios de 
comunicaci¢n, en l¡nea o no, mediante la documentaci¢n gratuita, bibliotecas 
p£blicas y otras iniciativas de divulgaci¢n de informaci¢n, por ejemplo peri¢
dicos y archivos de acceso gratuito que contengan informaci¢n de dominio 
p£blico cient¡fica y de otro tipo. Todos los datos de informaci¢n cient¡fica, 
por ejemplo los genomas de seres vivos, deben ser accesibles gratuitamente a 
trav‚s de bases de datos de libre acceso.
2.4	Entorno habilitador
2.4.1	Consideraciones ‚ticas
Las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n se centran en la manera en 
que nuestra comunidad crea, comparte y utiliza la informaci¢n, la producci¢n 
cultural y los conocimientos, lo que a su vez conforma la evoluci¢n de dichas 
sociedades. El valor b sico de la sociedad de la informaci¢n debe apoyarse en 
los principios contenidos en el conjunto de los convenios, declaraciones y 
cartas acordados internacionalmente.
De forma m s espec¡fica, el acceso equitativo, justo y abierto a los 
conocimientos y a los recursos de informaci¢n -cualesquiera que sean los medios 
t‚cnicos utilizados para almacenarlos y transmitirlos- debe constituir un 
principio fundamental de dichas sociedades. Las consideraciones tecnol¢gicas, 
financieras y reglamentarias deben conformar este principio. 
El gobierno transparente y responsable, la ‚tica empresarial y las pr cticas 
contables en las compa¤¡as del sector de comunicaciones y el 
comportamiento ‚tico de los medios de comunicaci¢n adquieren una importancia 
particular en este contexto. Deben adoptarse c¢digos y normas ‚ticos en estos 
casos y deben establecerse mecanismos para la supervisi¢n de su aplicaci¢n, as¡ 
como las sanciones adecuadas en caso de transgresi¢n. La formulaci¢n de c¢digos 
y pr cticas ‚ticas en el periodismo y en otros medios de comunicaci¢n debe ser 
responsabilidad de lo/as propio/as empleado/as de los medios. 
El respeto de la diversidad debe ser un criterio central a la hora de 
establecer los principios y mecanismos para la resoluci¢n de los conflictos que 
surgen en las sociedades de la informaci¢n. Dichas sociedades, si son capaces 
de avanzar a partir de valores tales como la cooperaci¢n, la equidad, la 
honestidad, la integridad, el respecto y la solidaridad, pueden ejercer un 
efecto significativo en la calidad de la interacci¢n entre las culturas y la 
promoci¢n de un di logo fruct¡fero entre civilizaciones, contribuyendo con ello 
a la paz mundial.
2.4.2	Democracia y gobierno responsable
La reglamentaci¢n nacional e internacional de las sociedades de la informaci¢n 
y la comunicaci¢n debe ajustarse plenamente a las normas internacionales sobre 
derechos humanos. La apertura, la transparencia, la responsabilidad y el 
imperio de la ley deben ser los principios que orienten el gobierno democr tico 
de las sociedades a todos los niveles, desde el  mbito local, al nacional y el 
internacional. Las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n integradoras, 
participativas y pac¡ficas siguen siendo responsabilidad de los entes 
gubernamentales, as¡ como el resultado del compromiso de todos los actores 
participantes en el gobierno, en el  mbito pol¡tico y en los dem s, para 
implantar progresivamente una mayor equidad pol¡tica, social y econ¢mica.
Es necesario incorporar una perspectiva democr tica en las sociedades de la 
informaci¢n y la comunicaci¢n en las que la informaci¢n es crucial para los 
ciudadanos y las ciudadanas, a fin de poder adoptar decisiones bas ndose en el 
conocimiento de las alternativas y las oportunidades. La informaci¢n y la 
comunicaci¢n son los cimientos de la transparencia, el debate y la adopci¢n de 
decisiones. Puede suponer una contribuci¢n a la cultura y a las iniciativas de 
cooperaci¢n que constituyen la base de la renovaci¢n de la democracia. Las 
tecnolog¡as de informaci¢n y comunicaci¢n ofrecen posibles beneficios a las 
comunidades del mundo que s¢lo podr n obtenerse si existe la voluntad pol¡tica 
para ello.
En este esp¡ritu, el objetivo de la CMSI de "elaborar una visi¢n y una 
comprensi¢n comunes de la sociedad de la informaci¢n" y los m‚todos para lograr 
dicha visi¢n, exigen unos valores y unos mecanismos de comunicaci¢n compartidos 
que incluyan el derecho a la comunicaci¢n, el respeto por la libertad de opini¢
n y de expresi¢n en todas sus dimensiones y un compromiso en cuanto a la 
transparencia, la responsabilidad y la democracia.
2.4.3	Infraestructura y acceso 
La enorme falta de una estructura fiable constituye el obst culo f¡sico 
principal para la prestaci¢n de servicios basados en las TIC a los pueblos de ?
frica. En este caso, la estructura fragmentada e incompleta y la falta de 
fiabilidad de la infraestructura actual y de las redes de acceso constituyen la 
base de la denominada brecha digital.
La infraestructura de (tele)comunicaciones es fundamental para la difusi¢n de 
los servicios basados en las TIC y es crucial en la consecuci¢n del objetivo 
del acceso universal, sostenible, ubicuo y asequible a estas tecnolog¡as y 
servicios y a su utilizaci¢n por todos y todas. Adem s, la energ¡a es un 
requisito previo para la infraestructura y el acceso.
Actualmente, el mayor tr fico de voz, de datos e Internet entre los pa¡ses 
africanos se encamina en la actualidad por fuera del continente debido a la 
falta de una red medular africana eficaz, lo que aumenta el costo de este 
tr fico. El aumento de los costos limita siempre el acceso. Debe respaldarse y 
ampliarse la labor actual de construcci¢n de una infraestructura de red 
africana (por ejemplo, los puntos de intercambio Internet).
La implementaci¢n y despliegue de una infraestructura de (tele)comunicaciones y 
acceso en los pa¡ses en desarrollo exigir  inversiones financieras congruentes 
con las enormes necesidades en esta materia. A fin de reducir el monto de los 
recursos financieros necesarios, deben optimizarse las inversiones para 
consolidar proyectos a nivel nacional o (sub)regional y efectuar un nuevo 
dise¤o y actualizaci¢n tecnol¢gicos. Adem s, la sinergia entre los distintos 
sectores debe explotarse sistem ticamente desde la fase de proyecto, prestando 
especial atenci¢n a los sectores de energ¡a y de transporte con los que hay 
v¡nculos muy estrechos. Por £ltimo, la sinergia especialmente intensa y la 
similitud tecnol¢gica entre las TIC y las redes de radio y TV debe inducir a 
los gobiernos y a las autoridades de planificaci¢n a desplegar y utilizar una 
infraestructura com£n para el transporte y la difusi¢n de sus servicios.
Los telecentros comunitarios (centros de acceso p£blico) han pasado a ser 
espacios para el acceso efectivo y la utilizaci¢n estrat‚gica de las 
tecnolog¡as de informaci¢n y comunicaci¢n, haciendo hincapi‚ en la 
democratizaci¢n de las comunicaciones. Los gobiernos deben garantizar la 
aplicaci¢n de pol¡ticas encaminadas al desarrollo de telecentros, entre otros, 
para dar acceso equitativo y asequible a la infraestructura y a las TIC y para 
fomentar las pol¡ticas de integraci¢n digital de la poblaci¢n, con 
independencia del g‚nero, los aspectos ‚tnicos, el idioma, la cultura y la 
situaci¢n geogr fica. De esta manera se promover  el debate y la participaci¢n 
activa de las comunidades en los procesos p£blicos de la pol¡tica relacionados 
con la implementaci¢n y la funci¢n de los telecentros para el desarrollo local.
Los proyectos de los sat‚lites orbitales deben considerarse como un recurso 
p£blico y deben atribuirse en beneficio del inter‚s p£blico mediante procesos 
transparentes y responsables. Adem s, la planificaci¢n y reglamentaci¢n del 
espectro deben asegurar un acceso equitativo entre la pluralidad de los medios 
de comunicaci¢n, incluyendo la reserva de la capacidad de sat‚lites suficiente 
para los medios de difusi¢n comunitarios. Debe reservase un porcentaje fijo de 
los recursos orbitales, de la capacidad de los sat‚lites y del espectro de 
radiofrecuencias para fines educativos, humanitarios, comunitarios y otros no 
comerciales.
La expansi¢n de la infraestructura mundial de la informaci¢n debe basarse en 
principios de igualdad y asociaci¢n, y debe orientarse mediante reglas de libre 
competencia y regulaci¢n a nivel nacional e internacional.
La integraci¢n del acceso, la infraestructura y la capacitaci¢n del p£blico, 
as¡ como la generaci¢n de contenidos locales en un marco de redes sociales y de 
pol¡ticas p£blicas o privadas claras es una base fundamental para el desarrollo 
de sociedades de la informaci¢n igualitarias e integradoras.
2.4.4	Financiaci¢n e infraestructura 
Se deben prever y evaluar medidas de financiaci¢n de actualidad y otras 
nuevas. ?frica ha propuesto el "Fondo de solidaridad digital". Dicho fondo 
podr¡a ser una aut‚ntica esperanza para los pueblos de ?frica si se establecen 
claramente sus metas, si se gestiona de forma transparente y se orienta al 
fomento de los servicios p£blicos primarios, especialmente los de las 
poblaciones que viven en zonas desatendidas y aisladas. Adem s, hacemos 
hincapi‚ en el papel significativo que pueden desempe¤ar los pueblos en 
di spora de todas las regiones del mundo para la financiaci¢n de los programas 
y proyectos de TIC.
A fin de optimizar los recursos financieros escasos, deben utilizarse las 
opciones tecnol¢gicas rentables adecuadas, evitando la duplicaci¢n de la 
infraestructura. Adem s, pueden explotarse con este fin las sinergias entre los 
distintos sectores y redes, prestando especial atenci¢n a los sectores de la 
energ¡a y el transporte, dados sus estrechos v¡nculos con el sector de las 
telecomunicaciones.
Debe establecerse un Fondo de Medios Comunitarios mediante una asociaci¢n de 
donantes de la sociedad civil que apoye e invierta en medios de comunicaci¢n 
basados en y dirigidos por las comunidades, as¡ como en iniciativas de 
informaci¢n y comunicaci¢n que se valgan de los medios de comunicaci¢n 
tradicionales y de las nuevas TIC. Debe tratar de eliminarse la duplicaci¢n de 
infraestructuras y consolidar proyectos en un marco nacional o regional para 
alentar la inversi¢n de fondos. Siempre que sea posible, las TIC y las redes de 
radio y TV deben emplear una infraestructura com£n para la difusi¢n.
2.4.5	Desarrollo humano - Ense¤anza y capacitaci¢n
La alfabetizaci¢n, la ense¤anza y la investigaci¢n son componentes 
fundamentales e interrelacionados en los intercambios de informaci¢n que 
precisan las sociedades del conocimiento. La creaci¢n y la adquisici¢n del 
saber deben respaldarse como proceso participativo y colectivo; no deben 
considerarse un flujo unilateral o limitado a un sector de la creaci¢n de 
capacidades. La ense¤anza, en sus distintos componentes ?formal, informal, 
permanente- es fundamental para la construcci¢n de las sociedades democr ticas, 
creando una ciudadan¡a culta y una fuerza laboral capacitada.
Para aprovechar todo el potencial de la ense¤anza electr¢nica y de la educaci¢n 
a distancia, ‚stas deben asociarse a los recursos y m‚todos educativos 
tradicionales en un contexto local de pluralismo de los medios de comunicaci¢n 
y de diversidad ling¡stica.
?nicamente la ciudadan¡a informada que pueda acceder a una ense¤anza de 
calidad, a los diversos medios de informaci¢n y a los resultados de la 
investigaci¢n puede participar plenamente en las sociedades del conocimiento y 
contribuir de forma eficaz a ellas. Por tanto, tambi‚n es fundamental reconocer 
el derecho a la ense¤anza que se refleja en la Declaraci¢n del Derecho al 
Desarrollo y en la Declaraci¢n de Derechos Humanos.
Las iniciativas de creaci¢n de capacidad humana concebidas para el desarrollo 
individual y comunitario en la sociedad de la informaci¢n deben incluir, adem s 
de la alfabetizaci¢n b sica y las aptitudes en materia de TIC, unos 
conocimientos de los medios de comunicaci¢n y de informaci¢n, as¡ como la 
posibilidad de encontrar, evaluar, utilizar y crear la informaci¢n y la 
tecnolog¡a. En particular, lo/as educadore/as, lo/as estudiante/as y lo/as 
investigadore/as deben poder utilizar y desarrollar el software libre que 
ofrece sin restricciones la posibilidad de estudiar, modificar, copiar, 
distribuir y explotar el software. Por £ltimo, las iniciativas de creaci¢n de 
capacidad humana deben concebirse de forma que estimulen el deseo del 
aprendizaje general y respondan a necesidades espec¡ficas y especiales: las de 
personas j¢venes y mayores, las de las mujeres, las de las personas con 
discapacidades, las de los pueblos ind¡genas, las de las comunidades 
migratorias, las de los refugiados y las de personas que regresan a su tierra 
tras los conflictos, en una perspectiva de largo plazo. Lo/as voluntario/as 
pueden contribuir a la transmisi¢n de los conocimientos y a la mejora de la 
capacidad humana, en particular la de los grupos marginales a los que no llegan 
las instituciones de capacitaci¢n estatales.
La creaci¢n de capacidad humana en las sociedades de la informaci¢n y la 
comunicaci¢n exige personas que sean competentes en la ense¤anza de los medios 
de comunicaci¢n y los conocimientos de comunicaci¢n. Por este motivo, la 
capacitaci¢n de los ense¤antes y la formaci¢n de educadores en todos los 
niveles tiene gran importancia para poder llegar a los pueblos y hasta los 
l¡mites de la sociedad de la informaci¢n.
Las bibliotecas son un instrumento importante en el combate contra la brecha 
digital y para asegurar un acceso continuo, y no dictado por el mercado a la 
informaci¢n, liberando los resultados de la investigaci¢n financiados con 
fondos p£blicos, intercambiando los contenidos y los materiales de ense¤anza 
para promover la alfabetizaci¢n, desarrollar las capacidades humanas y ahondar 
en la autonom¡a de lo/as ense¤antes de todo tipo a lo largo del mundo. Ello 
implica tambi‚n que lo/as productores de los contenidos persuasivos sean 
participantes activo/as en el paradigma abierto de acceso al conocimiento.
Se han de evaluar de forma transparente las barreras mundiales al conocimiento 
y la ense¤anza, mirando m s all  de los obst culos tecnol¢gicos en los 
imperativos legales e institucionales (como las leyes de propiedad intelectual 
y las normas internacionales) promoviendo un nuevo equilibrio de propiedades 
intelectuales para lo/as creadore/as como fundamento com£n que proteja su 
trabajo y a fin de que la sociedad civil aproveche sus contribuciones.
La sociedad civil necesita modelos alternativos para la producci¢n y el 
intercambio de conocimientos e informaci¢n. Para garantizar y financiar el 
conocimiento a nivel mundial, los actores de la sociedad civil deben apoyar 
nuevos modelos abiertos y auto-organizativos de publicaci¢n cient¡fica y de 
producci¢n de programas inform ticos y comunicaciones a nivel comunitario que 
incorporen actividades de mantenimiento y capacidades de actualizaci¢n.
2.4.6	Generaci¢n de informaci¢n y desarrollo de los conocimientos
Debe promoverse la investigaci¢n a todos los niveles relacionados con las 
sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n, y su desarrollo debe ser 
adecuado al empleo social de las TIC. En particular, debe respaldarse la 
investigaci¢n en inform tica comunitaria4. Ello debe incluir el desarrollo de 
un orden del d¡a de la investigaci¢n entre profesionales, estudiantes y 
comunidades; la elaboraci¢n de un repertorio de proyectos de inform tica 
comunitaria y la identificaci¢n de los factores de fallo y de ‚xito, as¡ como 
el respaldo a proyectos y sistemas de investigaci¢n. La investigaci¢n 
fundamental debe reforzarse, ampliando el acceso abierto a los datos y 
publicaciones cient¡ficos primarios. Las entidades p£blicas tales como 
bibliotecas, centros de investigaci¢n cient¡fica y universidades deben fomentar 
la investigaci¢n independiente, crear un ¢rgano plural de conocimientos y 
promover los resultados de las actividades que se hayan financiado con el 
erario p£blico. Esta entidad de conocimientos debe estar presente en todos los 
espacios p£blicos o en los espacios con acceso p£blico (centros comunitarios, 
universidades, escuelas, museos, bibliotecas, centros medi ticos y otras 
entidades especializadas), mediante modos de acceso adecuados y plurales, 
evitando el riesgo de la dependencia de la tecnolog¡a digital por s¡ sola.
2.4.7	Gobierno mundial de las TIC y las comunicaciones
Las reglas de juego internacionales desempe¤an un papel fundamental en la 
econom¡a mundial de la informaci¢n. En los £ltimos a¤os, los gobiernos han 
liberalizado los tradicionales reg¡menes regulatorios internacionales para las 
telecomunicaciones, el espectro de radiofrecuencias y los servicios por 
sat‚lite, y han establecido nuevos acuerdos multilaterales para el comercio 
internacional en los servicios, la propiedad intelectual, la "seguridad de la 
informaci¢n" y el comercio electr¢nico. Al mismo tiempo, diversos grupos 
comerciales han creado una amplia variedad de disposiciones "autorregulatorias" 
relativas a los identificadores de Internet (nombres y n£meros), su 
infraestructura y su contenido.
No es aceptable que estos marcos de gobierno mundial y otros relacionados sean 
dise¤ados por y para peque¤os grupos de poderosos gobiernos y empresas, y 
posteriormente sean exportados a todo el mundo como hechos consumados. En vez 
de ello, deben reflejar las diversas opiniones e intereses de la comunidad 
internacional en su conjunto. Este principio general tiene dimensiones tanto de 
procedimiento como de fondo.
Desde el punto de vista del procedimiento, los procesos de toma de decisiones 
deben basarse en valores tales como participaci¢n global, la transparencia y la 
responsabilidad democr tica. En particular, se necesitan reformas 
institucionales para facilitar la participaci¢n plena y eficaz de las partes 
interesadas marginalizadas, tales como pa¡ses en desarrollo y en proceso de 
transici¢n pol¡tica, organizaciones de la sociedad civil mundial, la peque¤a y 
mediana empresa y usuario/as individuales.
Fundamentalmente, los marcos de gobierno mundial deben promover una distribuci¢
n m s equitativa de los beneficios entre las naciones y los grupos sociales. 
Para ello, deben conseguir un mejor equilibrio entre las consideraciones 
comerciales y otros objetivos sociales leg¡timos. Por ejemplo, los acuerdos 
internacionales actuales deben reformarse para promover: una gesti¢n eficaz de 
las interconexiones de la red y de la distribuci¢n de los ingresos por tr fico, 
sujeto al mutuo acuerdo entre los operadores correspondientes; las asignaciones 
equitativas del espectro de radiofrecuencias y de los intervalos orbitales de 
sat‚lite que soporten plenamente las aplicaciones de desarrollo y no 
comerciales; un comercio equitativo de bienes y servicios electr¢nicos, 
teniendo en cuenta las necesidades que tienen los pa¡ses en desarrollo de un 
tratamiento especial y diferenciado; un dominio p£blico abierto de recursos de 
informaci¢n e ideas; y la protecci¢n de los derechos humanos, la seguridad del 
consumidor o consumidora y la privacidad personal. De forma paralela, es 
necesario concluir nuevos acuerdos internacionales para promover: el apoyo 
financiero a fin de lograr un desarrollo
e sostenible, especialmente en las 
naciones menos pr¢speras, pero no limitadas a ellas; la diversidad ling¡stica, 
cultural y de informaci¢n; y la disminuci¢n del poder del mercado concentrado 
en las TIC y las industrias de los medios de comunicaci¢n de masas.
A la vista de las controversias suscitadas en el proceso de preparaci¢n de la 
CMSI, debe prestarse especial atenci¢n a mejorar la coordinaci¢n global en los 
recursos b sicos de Internet. Cabe recordar que Internet no es una "plataforma" 
de comunicaciones singular ligada a la red telef¢nica p£blica; se trata de un 
conjunto de protocolos, procesos y redes autoasociadas voluntariamente 
altamente distribuidas. De acuerdo con ello, Internet no puede ser controlado 
de forma eficaz por una sola organizaci¢n o un conjunto de intereses. Un modelo 
intergubernamental excluyente no se adaptar¡a en modo alguno a sus 
caracter¡sticas peculiares; s¢lo un enfoque plenamente abierto, que tenga en 
cuenta los m£ltiples intereses y sea flexible puede asegurar el continuo 
crecimiento de Internet y su transici¢n hacia un medio multilinge. 
Paralelamente, cuando puedan garantizarse las condiciones para lograr la 
estabilidad del sistema y una gesti¢n firme, debe transferirse el control de 
los recursos globales inherentes, como el sistema de servidores ra¡z, a una 
entidad mundial de intereses m£ltiples.
La comunidad internacional debe tener un acceso pleno y sencillo al 
conocimiento y a la informaci¢n sobre la toma de decisiones y el control 
mundial de las TIC. Se trata de un requisito b sico para la realizaci¢n de los 
principios mencionados anteriormente y para el ‚xito del propio proceso de 
laÿCMSI. Necesitamos un control y un an lisis orientados hacia el inter‚s 
p£blico de las actividades pertinentes de los organismos tanto 
intergubernamentales como de autogobierno, incluidos, entre otros, la Uni¢n 
Internacional de Telecomunicaciones, la Organizaci¢n Mundial del Comercio, la 
Organizaci¢n Mundial de la Propiedad Intelectual, la Conferencia de las 
Naciones Unidas sobre Comercio Internacional, la Organizaci¢n para la Cooperaci¢
n y el Desarrollo Econ¢mico, la Conferencia de La Haya sobre Ley Privada 
Internacional, la Cooperaci¢n Econ¢mica Asia
Pac¡fico, el Acuerdo de Am‚rica 
del Norte sobre Libre Comercio, la Corporaci¢n de Asignaci¢n de N£meros y 
Nombres Internet (ICANN) y el Acuerdo Wassenaar.
Como un primer paso viable en esta direcci¢n recomendamos la creaci¢n de un 
comit‚ observador independiente y en el que est‚n representados verdaderamente 
todos los intereses para: 1)ÿcontrolar y realizar un seguimiento de los 
desarrollos en curso m s urgentes en la toma de decisiones sobre el control 
mundial de las TIC; 2)ÿevaluar y solicitar a los interesados informaci¢n sobre 
la conformidad de dicha toma de decisiones con los objetivos se¤alados en la 
agenda de la CMSI; 3)ÿinformar a todos los interesados en el proceso de la CMSI 
de forma peri¢dica hasta 2005, a¤o en el que podr  tomarse una decisi¢n sobre 
la necesidad de continuar o finalizar la actividad.
3	Conclusiones
Son las personas quienes fundamentalmente constituyen y conforman las 
sociedades, y las sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢n no son una 
excepci¢n al respecto. Los actores de la sociedad civil han sido creadores e 
innovadores fundamentales de la tecnolog¡a, la cultura y el contenido de las 
sociedades de la informaci¢n y las comunicaciones y continuar n si‚ndolo en el 
futuro.
Los derechos humanos se encuentran en el centro de nuestra visi¢n de la 
sociedad de la informaci¢n y de las comunicaciones5. Desde ese punto de vista, 
los planes de acci¢n, la aplicaci¢n, los mecanismos de financiaci¢n y el 
control deben ser conformados y evaluados bas ndose en su capacidad de 
satisfacer las necesidades fundamentales para la vida de los seres humanos.
Los pa¡ses anfitriones y las instituciones que contribuyan y participen en el 
proceso de laÿCMSI posterior a la reuni¢n de Ginebra deben respetar plenamente 
los principios enunciados en la Declaraci¢n que adopte la Cumbre de Ginebra, 
incluidos los que se refieren a derechos humanos fundamentales para la sociedad 
de la informaci¢n y las comunicaciones. Esos principios incluyen la libertad de 
expresi¢n, de asociaci¢n y de informaci¢n, pero no est n limitados 
exclusivamente a ‚stos.
Para lograr este objetivo, y preparar la segunda fase de la CMSI, debe crearse 
una comisi¢n independiente que examine las regulaciones y pr cticas de las TIC 
nacionales e internacionales y su conformidad con las normas establecidas 
relativas a los derechos humanos internacionales. Esta comisi¢n debe considerar 
tambi‚n las posibles aplicaciones de las TIC destinadas a facilitar el respeto 
de los derechos humanos, tales como el derecho al desarrollo, el derecho a la 
educaci¢n y el derecho a un nivel de vida adecuado para la salud f¡sica y 
mental y el bienestar de los individuos y su familia, incluida la alimentaci¢n, 
el alojamiento y los cuidados sanitarios.
La plena realizaci¢n de una sociedad de la informaci¢n requiere la plena 
participaci¢n de la sociedad civil en su concepci¢n, implantaci¢n y 
funcionamiento. Para ello solicitamos a todos los gobiernos implicados en los 
procesos preparatorios de la CMSI que trabajen de buena fe con las 
organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil y cumplan plenamente 
las recomendaciones de la Resoluci¢nÿ58/183 de la Asamblea General de las 
Naciones Unidas. En particular, los gobiernos participantes deben garantizar 
que se respetan los derechos de la sociedad civil de participar plenamente en 
los restantes procesos preparatorios intergubernamentales que desemboquen en la 
segunda fase de la CMSI.
Nos comprometemos, independientemente de las modalidades de participaci¢n que 
nos concedan los gobiernos, a proseguir por todos los medios adecuados y 
pertinentes necesarios la realizaci¢n de la visi¢n de la sociedad de la 
informaci¢n aqu¡ presentada. Con ese prop¢sito, las organizaciones de la 
sociedad civil continuar n cooperando entre s¡ para elaborar un Plan de Acci¢n 
destinado a la segunda fase de laÿCMSI. Solicitamos a los l¡deres del mundo que 
asuman urgentemente las responsabilidades con las que se enfrentan, en 
colaboraci¢n con la sociedad civil, para hacer que esta visi¢n sea una realidad.
Las declaraciones de apoyo a la presente Declaraci¢n deben dirigirse a ct-
endorse at wsis-cs.org y se archivan en http://www.wsis-cs.org.


_______________


_______________
1 Versi¢n corregidaÿ: 12-12-2003
1 	No existe una sola sociedad de la informaci¢n, comunicaci¢n o 
conocimiento, lo que hay, a nivel local, nacional y mundial, son posibles 
sociedades del futuro. Por otra parte, habida cuenta de que la comunicaci¢n es 
un aspecto cr¡tico de cualquier sociedad de la informaci¢n, en el presente 
documento utilizamos la expresi¢n "sociedades de la informaci¢n y la comunicaci¢
n". Sin embargo, con prop¢sitos de conformidad con la terminolog¡a previa de la 
CMSI, utilizamos el t‚rmino "sociedad de la informaci¢n" al referirnos 
directamente a la Cumbre.
2 	En este documento se utiliza el t‚rmino "software libre" para referirse 
al concepto espec¡fico definido por la Free Software Foundation. El software 
libre es aquel cuya licencia permite a las personas libremente utilizar, 
copiar, distribuir, estudiar, intercambiar y mejorar dicho software. El 
software libre permite el acceso al c¢digo fuente del mismo modo que 
el "software abierto". No obstante software abierto es un t‚rmino popularmente 
utilizado que no se identifica necesariamente con nuestra definici¢n de 
software libre. Algunas organizaciones proporcionan software abierto que no 
permite todas las acciones mencionadas. Para mayor informaci¢n sobre este 
concepto v‚anse las direcciones: http://www.fsf.org y http://www.fsfeurope.org.
3 	Declaraci¢n de Windhoek sobre la promoci¢n de una prensa africana 
independiente y pluralista; Declaraci¢n de Alma Ata sobre el fomento de medios 
de comunicaci¢n independientes y pluralistas en Asia, 1992; Declaraci¢n de Sana 
sobre el fomento de medios de comunicaci¢n independientes y pluralistas, 1994; 
Declaraci¢n de Sof¡a sobre el fomento de medios de comunicaci¢n independientes 
y pluralistas en Europa, 1997 (adoptado en 1995 y 1997).
4 	La inform tica comunitaria se refiere al estudio interdisciplinario y a 
la pr ctica del dise¤o, la implementaci¢n y la gesti¢n de las tecnolog¡as de la 
informaci¢n y la comunicaci¢n desarrolladas por las comunidades para resolver 
sus propios problemas. Esta disciplina tiene en cuenta la investigaci¢n de la 
ciencia social sobre la repercusi¢n en la sociedad de lasÿTIC 
conocida tambi‚n 
como inform tica social
 as¡ como las t‚cnicas de an lisis y dise¤o de los 
sistemas de informaci¢n y comunicaci¢n.
5 	Nada en esta declaraci¢n debe interpretarse en el sentido de que la 
sociedad civil desee comprometerse en alguna actividad o llevar a cabo alguna 
acci¢n destinada a la supresi¢n de cualquiera de los derechos y libertades 
establecidos en la Carta Internacional de Derechos y en otros tratados sobre 
derechos humanos.
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E:\CT\CORRECTIONS TO FINAL\WSIS-CS-DEC-121103-ESP.DOC (172659)	12.12.03
	11.12.03

E:\CT\CORRECTIONS TO FINAL\WSIS-CS-DEC-121103-ESP.DOC (172659)	12.12.03
	11.12.03
www.itu.int/wsis









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